Los espacios semienterrados o edificios cuyas terrazas o cubiertas hayan sido mal impermeabilizadas también pueden llegar a sufrir problemas de goteras, moho o deterioros del revestimiento. También una tubería rota, la rotura de la tela asfáltica en las cubiertas, desagües en mal estado o grifos abiertos podrían ser otras de las causantes del problema.
A veces también aparecen vías de agua que poco a poco inundan habitaciones y sótanos enteros, produciendo graves desperfectos y debilitando al mortero y el hormigón de la pared.
Una de las consecuencias más comunes de la humedad por filtración es la aparición de salitre y manchas oscuras en la pared que deterioran el revestimiento. El salitre está causado por la eflorescencia, que es la conversión espontánea de ciertas sales en polvo al perder el agua de la cristalización.
Creando un ambiente insalubre, las humedades por filtración hacen que los ácaros, hongos y bacterias se desarrollen con más facilidad, siendo especialmente peligroso tanto para asmáticos como para personas que sufren de problemas respiratorios.